La nación mexicana se ha conformado, a lo largo de la historia, a partir de un mosaico de etnias, grupos, tradiciones, creencias religiosas y percepciones del mundo diferentes… pero sin duda los rasgos predominantes han sido el mestizaje y la religión católica.
Las relaciones entre las dirigencias políticas y las católicas en nuestro país han pasado de un mutuo rechazo, a un disimulo pragmático que ha desembocado en cambios constitucionales que otorgaran legalidad a lo que ya se hacía de manera tácita.
El reconocimiento de facto de la iglesia en la modificación constitucional de 92 por Salinas, se comprende bajo dos aspectos, por un lado en el activismo de Juan Pablo II a nivel internacional a causa de la crisis de la civilización occidental: la iglesia había sido desplazada y ella misma había relajado su disciplina interna; y por el otro, la crisis de legitimidad en la que se encontraban los gobiernos emanados de la revolución luego de las crisis económicas de 1980 y de la presunción de fraude electoral en 1988.
Como parte de la estrategia de Carlos Salinas para revertir el proceso, se decidió proceder, aunque sin que hubiera una real demanda social al respecto, a un cambio de fondo en la relación Estado-iglesia, lo cual significó reconocerle personalidad jurídica a las iglesias, retornarles el derecho a poseer bienes y llevar a cabo celebraciones del culto fuera de los templos, retirarles la prohibición de participar en la educación formal y otorgarles el derecho a votar, aunque se mantuvo la prohibición de asociarse con fines políticos y realizar proselitismo.
¿Cómo entender entonces en la evoulción de estas relaciones, a la religión y al estado laico?
Quizás este video aporte pistas...
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