En las sociedades denominadas de consumo, nos encontramos viviendo en
función del dinero y los bienes que podemos adquirir con este. Se pone de
manifiesto nuestra incapacidad de producir nosotros mismos los bienes que
necesitamos para subsistir y la relación que sostenemos con la naturaleza se
reduce a la explotación. Nos creemos los dueños y señores de todo cuanto está a
nuestro alrededor, lo que ha provocado graves devastaciones de nuestro medio
ambiente. El sistema actual cosifica a la naturaleza, desnaturaliza al ser
humano y se basa en el individualismo y la competencia.
Esta idea de progreso ha minimizado, subordinado y relegado las
concepciones propias de los pueblos nativos. Actualmente, en la constante
búsqueda de respuestas por parte de sociedades cada vez más consumistas, pero
también más insatisfechas, se comienza a volver la mirada hacia los pueblos
originarios, para quienes el vivir bien está en íntima interrelación con su
cosmovisión, con el concepto de comunidad y de vivir en armonía con todo lo que
le rodea.
En esta primera entrega, dialogamos desde Papirolas con el Mtro. Ángel
Florido en torno a este concepto para conocer a qué hace referencia. ¿Cómo
establecer bases desde la infancia para lograr un estado de armonía con
nosotros mismos, que podamos transmitir y alcanzar uno mayor también con
nuestro entorno?
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