En 2011 se realizaron dos importantes reformas a nuestra Constitución Política, que impactan directamente en la administración de justicia federal. La primera de ellas en torno a la figura de juicio de amparo, institución protectora de los derechos fundamentales por excelencia, que se robustece al ampliar la procedencia del amparo respecto de cualquier norma general y al preverse su origen por violaciones a los derechos humanos plasmados en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte; entre sus modificaciones más sobresalientes resaltan la introducción de figuras como el amparo adhesivo y los intereses legítimos individual y colectivo; así como la adopción de nuevos conceptos en torno a la violación de derechos por omisión de las autoridades; y la declaratoria general de inconstitucionalidad. La segunda, en materia de Derechos Humanos, está en íntima relación con la de amparo, pues evidencia el reconocimiento progresivo de los derechos fundamentales, aunado a la obligación expresa de observar los tratados internacionales firmados por el Estado mexicano.
Para
ahondar sobre cuál es el impacto que estas reformas tendrán en la formación de
una nueva cultura jurídica mexicana, nos acompañan cuatro abogados especialistas
en la materia de nuestra Casa de estudios: el Mtro. José Miguel Ramírez
González, el Mtro. José Raúl Rivera, el Mtro. José Luis Enrique Gutiérrez y el Mtro.
José Luis Pérez Díaz.
¿Cuáles son las
reformas más importantes que se hicieron al juicio de amparo? ¿Para qué nos sirve
el amparo? ¿La Ley de amparo es aplicable entre particulares? ¿Está preparado
nuestro sistema para asumir de lleno estas reformas y comenzar con su
aplicación? ¿Cuáles son sus límites y defectos?
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