Desde el crucero de Ameca ya se percibe el color azul de los agaves. Atrás queda el verdor de la primavera con sus pinos y cedros. Adelante está el cielo transparente, las nubes aborregadas, los cerros cubiertos de puro agave (Salvador Encarnación).
Y tu ¿Ya conoces el paisaje agavero? Cuentanos tu experiencia con los cerros azules.
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